sábado, 18 de julio de 2009

Pegando tour con una cámara desechable

Ese día parecia que iba a hacer calor, pero no me importo y me puse mis botas nuevas. Me vi al espejo y decidí que ese dia me lo dedicaria a mi y solo a mi. Sali de la casa y tome un bus a San José.
Me sente en una banca de la plaza de la cultura y me di cuenta que habia sido un gran error dejar la camara en la casa. Estupida paranoia.
Son como las nueve de la mañana y por la plaza pasan todo tipo de personas. Como siempre me entretengo por mucho rato observando sus idas y venidas, sus rostros, tratando de decifrar alguna historia que se esconde detras de esas caras serias.
Cierro los ojos para inundarme con el soundtrack de chepe centro, las palomas, la gente, las conversaciones que no logro oir bien, los pitos, el llanto de un niño asustado por las palomas.
Me levanto rapido y me voy decidida a comprar una camara desechable, la musa de las fotos decidio que hoy era su día y se puso a trabajar.
Nunca me habia comprado una camara desechable y nunca habia ido sola al mercado central. Nunca me habia perdido en medio de tanta chancleta y enaguas tipicas. me encanta, me encanta que es impredecible, que se puede encontrar de casi todo, me encanta la parte donde venden flores. Tome fotos como desquiciada y estuve a punto de comprarme unas sandalias, pero ya habia gastado la plata del dia en la camara.
Fui al parque Morazan y me sente ahi por casi una hora viendo la escuela metalica.
En la tarde me quede dormida en el parquecito de plásticas, mientras el viento me erizaba la piel y me despeinaba más de lo que ya estaba... pero me encanta que ese friito me despeine.
Fue un buen día.

mafalda

mafalda
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